El cavernícola
(o de como pasar del paleolítico a la edad de los metales (preciosos) sin haber inventado la rueda ni tener pajolera idea de producir cerámica campaniforme ni herramientas de piedra)
Si tuviera que definirme en tres palabras estas serían las más apropiadas: perezoso, glotón, inconformista. Obviamente el ser perezoso e inconformista al mismo tiempo conlleva una indescriptible insatisfacción vital que provoca al ser humano que las posee cometer estrafalarias locuras. O, al menos, eso creo yo que significa matricularse (que curiosa palabra) en un curso digital sobre el ABP sin haber hecho nunca uno ni saber demasiado sobre los infinitos recursos que proveen las TIC. Es como si el hombre de Neardenthal apareciese por algún estrambótico suceso en la fragua de Vulcano rodeado de extraños utensilios cuya utilidad sospecha muy útil pero desconoce su sentido...
Abrumado por la facilidad con que esos extraños seres con caritas afiladas y mirada inteligente manejan hogueras, cuchillos y asombrosos recipientes llenos de alimentos, se dispone a sentarse y observar. Con suerte su pequeño cerebro será capaz de procesar algunos datos. De su adaptación o extinción no estamos muy seguros...
